Con el paso de los años, mi
abuelo se dedicó a la agricultura y a la ganadería, pero en la zona alta
del Bosque de Cuyas, en las faldas del
Yantuma, allí donde se ubica el pueblo de Yacupampa, la entrada a las zonas
turísticas de Ayabaca; el paso obligatorio para llegar al mirador de Yantuma,
al Bosque de Cuyas, a los Petroglifos de Samanga, al complejo arqueológico de
Aypate, a los Páramos, a las Huacas de Chocan y otros.
En estos tiempos, mi padre se dedica
a las actividades heredadas como agricultura y ganadería, también realiza la
conservación del Bosque de Cuyas, una mirada que comparte con sus hermanos y
primos, y están muy contentos que en este tiempo se haya reconocido parte de
este bosque cómo Área de Conservación Privada.
Pero para nosotros, que hemos
tenido la oportunidad de salir a la ciudad y poder acceder a las escuelas
superiores y universidades de nuestra región, somos conscientes que la
conservación no se garantiza sólo con decir que se conserva, es necesario
activar actividades económicas que ayuden a la sostenibilidad de la
conservación de este hermoso bosque.
Una sostenibilidad que involucra a
las familias de la parte alta y baja de este bosque, para que nuestros hijos y
nietos sigan disfrutando de este hermoso
paisaje y Ayabaca no pierda su último Pulmón.
Si quieres conocer estos hermosos árboles ancestrales, ponte en contacto con nosotros.
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